Ahora sí, señoras y señores, con ustedes, la más famosa, la tan preciada, discutida, alabada, creadora de tantas historias y anécdotas, la “princesa” de las visas, ella es la “Working Holiday Nueva Zelanda “o mejor conocida como visa de trabajo.
Si llegaste a esta entrada, y estás leyendo, significa que definitivamente te interesa irte de viaje, y que tienes ganas de leer un poco más. De hecho, espero que tengas ganas de leer mucho más, y que te vayas preparando un cafecito, porque voy a escribir o más (yo ya me tomé el café).
Sabemos que te quieres ir para Nueva Zelanda, y quizás no tienes ni la menor idea por donde comenzar; bueno, déjanos decirte que este es el mejor inicio, una visa de trabajo de un año y con ella la oportunidad de viajar y conocer un hermoso país como lo es Nueva Zelanda.
En este momento te vamos a explicar en qué consiste esta visa de trabajo, y posteriormente los requisitos que debes tener para optar por la WORKING HOLIDAY VISA.
La Working holiday visa, es un visado pensado especialmente para las personas que se quieran establecer un tiempo determinado en un país. La duración, por regla general, es de un año, permitiéndonos como máximo trabajar durante seis meses y, de ellos, no más de 3 con el mismo empleador. Nos da, en definitiva, el permiso de residencia durante un tiempo concreto antes de que emprendamos la marcha a otro lugar.
Este tipo de visa de trabajo no está disponible en todos los países, sólo unos pocos de los 190 que tiene el mundo pueden optar por ella; entre ellos tenemos: Argentina, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Hong Kong, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Letonia, Malta, Países Bajos, Noruega, Polonia, Korea del Sur, Singapur, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Taiwán, Tailandia, Turquía, Reino Unido y Uruguay.
Nueva Zelanda debería ser la primera maravilla del mundo, siempre está presto a dar grandes oportunidades a quienes quieren progresar, muestra de ello es la visa de Trabajo.